Para la mayoría de personas la estabilidad financiera es un sueño. Algunas de ellas la buscan con emprendimientos y otras con ascensos en su carrera profesional. Ante una economía tan imprevisible como la que vivimos actualmente, cada día ha adquirido más fuerza e importancia la pregunta: ¿cómo administrar el dinero?.
Aunque ya sabemos también que tenemos dificultad para planificar los gastos y ahorrar lo suficiente para construir un patrimonio, principalmente para quien quiere comenzar un emprendimiento propio.
En este artículo, te compartiré 12 consejos sencillos sobre cómo administrar el dinero, dedicados a quienes desean tener una vida financiera más sana, incluso sin tener un presupuesto muy elevado.
Si adoptas por lo menos uno de los hábitos que siguen verás que, con el tiempo, tu dinero rendirá más.
Anticipándome a algunos tips, te diré que a partir de ahora las hojas de cálculo y las calculadoras serán tus mejores amigas.
1. Registra todos tus gastos fijos.
Los gastos fijos son los que pagamos todos los meses, como arriendos, servicios como: agua, luz, teléfono, internet, entre otros. Es importante resaltar que debes incluir en la lista los impuestos predial y vehicular …. ¡que no se te olvide!
Tener un registro de los gastos fijos es necesario para saber cuánto dinero puedes asignar para otros gastos como invertir, ahorrar o incluso destinar al descanso y al ocio.
Asimismo, y si eres un emprendedor, también debes tener un control de los gastos fijos de tu negocio, como los arriendos, costos de producción, nómina entre otros.
Hay varias maneras de realizar este control, para empezar, te recomiendo mantener una hoja de cálculo en Excel, lo que te permitirá organizar, actualizar y guardar tus datos con gran facilidad, además de automatizar cálculos gracias a sus sistemas de fórmulas.
Si eres un emprendedor digital, aprovecha para descargar gratuitamente algunas plantillas que encontrarás para calcular las principales métricas de tu negocio digital.
2. Ahorra al menos el 10% de tus ingresos cada mes.
Antes de pagar tus gastos fijos, trata de reservar al menos el 10% de tus ingresos para invertirlo. Esta será una excelente manera para entender de forma simple cómo administrar el dinero, en caso que no tengas mucho tiempo para hacer algunos cálculos.
Si ganas un sueldo fijo mensual, esto significa que debes separarlo del mismo. Si trabajas como independiente, ese porcentaje se separa de todas tus ganancias del mes.
El objetivo aquí no es sólo ahorrar dinero por un período de tiempo hasta poder gastarlo en algo, por el contrario, lo que buscamos es que podamos usar ese valor para que pueda rendir intereses y convertirse en un patrimonio importante más adelante.
Al principio puede ser difícil “abandonar” ese 10%, pero si te enfocas en el resultado a largo plazo y logras adaptar tu estilo de vida sin hacer grandes sacrificios, en menos de un año ya comenzarás a ver los primeros resultados.
3. Mantén tus gastos personales separados de los de tu negocio.
Esta sugerencia vale para quien ya tiene un emprendimiento o pretende comenzar uno. Muchos pequeños y medianos emprendedores todavía tienen dificultades para separar los gastos personales de los gastos del negocio, lo que puede llevarte no sólo a acumular pérdidas, sino incluso a la quiebra.
Mezclar los ingresos sin un control, es una práctica negativa porque no puedes saber si tu negocio está produciendo ganancias, simplemente porque estarás siempre sacando el dinero de la caja para fines privados.
La falta de capital también impedirá que puedas invertir en mejorar los procesos y la comercialización, esto te hará crear un techo que, aunque no lo veas de manera inmediata, evitara el crecimiento de tu negocio.
Y, por último, si tus ingresos (personales y de tu empresa) están depositados en una sola cuenta, pueden crear una falsa impresión de “riqueza” y motivarte a gastar más de lo que realmente puedes.
Entonces, te recomiendo que tengas dos cuentas separadas si eres un emprendedor. La buena noticia es que puedes utilizar la cuenta de persona jurídica para contratar planes corporativos para tu empresa, tales como seguros médicos, descuentos, entre otros, que también te ayudarán a reducir los gastos.
4. Trata en lo posible de no pedir créditos a largo plazo.
Sabemos que no siempre es posible evitarlos, ya que son útiles para captar recursos en la fase inicial del emprendimiento o de manera personal cuando tienes que cubrir gastos imprevistos. Pero siempre que necesites de un crédito busca la manera de reducir en lo posible el número de cuotas además de hacer abonos extraordinarios cada vez que te sea posible. Realiza un análisis comparativo de las condiciones estipuladas por algunas entidades financieras, para poder escoger la menor tasa de interés.
Recuerda que los créditos deben ser incluidas en tu hoja de gastos fijos durante todo el tiempo de vigencia del mismo.
5. Amortiza (disminuye) tus deudas lo antes posible.
Como lo mencionaba antes, una vez obtienes el crédito, piensa en abonar más cuotas como abonos extras para que puedas reducir el tiempo de la financiación y, claro, los intereses.
Es muy importante que comprendas que no se trata de tomar dinero de un lado para pagar otro. Lo ideal es que puedas usar un dinero que esté “sobrando” para adelantar las cuotas. O sea, nada de tocar los gastos fijos o el flujo de efectivo de tu negocio.
Por ejemplo, puedes reservar para ello el dinero recibido por un trabajo puntual que hayas realizado.
6. Estudia sobre inversiones.
Invertir es una forma de asegurarse de que no gastarás tu dinero en algo superficial. Pero cuando usamos la palabra “inversión”, puede parecer que estamos hablando de algo que requiere mucho conocimiento previo.
¿También piensas así? ¡Pues es exactamente lo contrario!
Todo el mundo puede invertir, desde la gente con un perfil más conservador hasta la que tiene uno más audaz.
Por ello te recomendamos estudiar los diferentes tipos de inversión disponibles. Solo entonces podrás elegir el que mejor se adapte a tu perfil. Además, puedes hablar con personas que sepan de inversiones antes de tomar tu decisión.
7. Establece objetivos financieros.
Antes de seguir adelante es importante conocer la diferencia entre metas y objetivos. Aunque estemos acostumbrados a usar estas dos palabras indistintamente, pueden tener ciertas diferencias de significado:
Los objetivos representan lo que queremos lograr a largo plazo, mientras que las metas, por otro lado, representan acciones concretas, cuantificables y con plazo predeterminado.
Por ejemplo, si tu objetivo es aumentar los ingresos por ventas de tu negocio, tus metas, a su vez, podrán ser duplicar el número de transacciones en los próximos seis meses, aumentar el número promedio de tus clientes en un 50%, entre otras.
8. Paga al contado siempre que puedas.
Cualquier especialista en finanzas nos dirá que una de las formas más efectivas de cómo administrar el dinero, tiene que ver con comprar algo sólo cuando tengamos el dinero para hacerlo.
Es por esto que pagar en un solo pago (o usar una tarjeta de débito, por supuesto) es una excelente estrategia para ahorrar dinero, ya que evitas gastar un dinero que realmente no tienes.
Muchas tiendas en todo el mundo ofrecen ofertas especiales y descuentos para pagos en efectivo. Esto significa que puedes ahorrar dinero y pagar menos por un producto o servicio.
9. Evita usar tu tarjeta de crédito.
Otra sugerencia importante para saber cómo administrar el dinero está estrechamente relacionada con el punto anterior.
¿Quiere decir que nunca deberías usar tu tarjeta de crédito? ¡Por supuesto que no! Las tarjetas de crédito representan una gran comodidad para el consumidor, además de ser el método de pago en línea más común.
Aunque nuestro consejo es que trates de evitar usarla cuando tengas efectivo para pagar algo. En muchas partes del mundo, cuando realizas pagos a crédito (o en cuotas), terminas pagando intereses, gastando así más de lo que pagarías si lo hicieras al contado.
10. Establece límites a los gastos variables.
Todo lo que no es un gasto fijo es un gasto variable. O sea, un tipo de gasto que, en principio, se puede dejar para más tarde. Pero sabemos que, en la práctica, la gente no quiere dejar de privarse de pequeños placeres, como salir con amigos, hacer un viaje o comprar algo que no sea esencial.
Para estos casos te recomendamos establecer un límite para los mismos. Reserva una pequeña cantidad de dinero para tus actividades de ocio.
Conocemos que tu objetivo es ahorrar dinero, pero si terminas sacrificándote con demasiada dureza, también puedes terminar renunciando al ahorro por completo.
Por ejemplo, para gestionar los gastos variables de manera equilibrada te puede ayudar establecer recompensas pequeñas para cuando logres una meta, o hacer una lista con cinco elementos que consideres superfluos, intentando incluir al menos uno de ellos en tu presupuesto mensual.
11. Usa Internet para comparar precios.
Si haces una rápida búsqueda de un producto en Internet verás que muchos sitios diferentes los venden, y a muchos precios diferentes.
Por eso, cada vez que estés a punto de realizar una compra, busca el mejor precio que se ajuste a tu presupuesto. Después de todo, cuando se trata de ahorrar dinero, las páginas comparadoras de precios son excelentes, porque cada centavo cuenta.
Es importante recordar que, en el caso de los productos digitales, el precio no es lo único que debe tenerse en cuenta. El valor que proporcionan, los problemas que ayudan a resolver y su costo real… todo debe tenerse en cuenta.
Te he compartido algunos consejos muy fáciles de adoptar en tu rutina diaria. Ha quedado por fuera de la lista un último consejo que es bastante obvio, pero hace toda la diferencia para que administres tu dinero un poco mejor y lo hagas crecer. En una palabra: ahorra cada centavo extra que ganes.
Cuando ahorres ese dinero extra y lo inviertas, añadiéndolo al 10% que ya estas ahorrando cada mes. Cada día ira creciendo más tu capital.